1. El valle de las lágrimas
Sinopsis:
La bella Caitlin vive un auténtico infierno desde que entró a
trabajar como sirvienta en el castillo de Dunning. A los diecinueve años es
demasiado hermosa para que el dueño y señor del lugar se resista a ponerle las
manos encima. Lord Dunning la trata como a una esclava que debe satisfacer sus
deseos, pero Caitlin no está hecha para la sumisión, y una noche apuñala a su
embrutecido violador hasta matarlo. Si quiere sobrevivir, no le queda otra
salida que escapar, y en su apresurada huída encuentra al apuesto Liam
McDonald, superviviente de una brutal masacre. Los dos son fugitivos y corren
peligro, los dos conocen demasiado bien la injusticia y la violencia… el
destino los ha unido para siempre. Entre Caitlin y Liam nace un amor firme y
profundo que nada ni nadie conseguirá apagar jamás..
2. El tiempo de los cuervos
Sinopsis:
Escocia, 1715: Han pasado veinte
años desde que Caitlin y Liam MacDonald se conocieran. Viven felices con sus
tres hijos en el “Valle de lágrimas” de Glecoe. Sin embargo, se avistan oscuros
nubarrones en el horizonte: el alzamiento jacobita sumerge Escocia en el caos y
Caitlin debe armarse de valor cuando Liam y sus dos hijos varones, Ranald y
Duncan, marchan a la guerra.
A pesar de las violentas luchas
entre Duncan y la encantadora Marion surge el amor. Un amor que debe permanecer
oculto debido a que Marion es la nieta del hombre que una vez cometiera
traición contra los MacDonald...
3. Tierra de conquistas
Sinopsis:
Anees de
que en Europa empezara la guerra de los Siete Años, en América ya rugía la
pólvora. En 1754, un
joven de Virginia asaltaba un destacamento francés en misión diplomática, y al
año siguiente, los británicos procedían a la deportación de colonos franceses.
Como consecuencia de aquello, una escuadra zarpó de Brest para defender los dominios
franceses en América. Inglaterra respondió sin dilación, enviando regimientos
constituidos principalmente por irlandeses y escoceses. Pero en los corazones
de muchos de aquellos soldados perduraba aún el rencor hacia la corona inglesa,
de la que sólo habían recibido hambre, dolor y humillaciones, y con aquél, el
espíritu de los fiannas. los míticos guerreros celtas del oeste de las
Highlands.
Aquél
era el caso de Alexander Macdonald, hijo de Duncan Coll y nieto de Liam y Caitlin Macdonald. quien
tras huir de los terribles enfrentamientos entre clanes habidos en el valle de Glencoe,
decide alistarse en el
batallón escocés de los
Fraser-Highlanders, destinado a la reconquista de la Nueva Francia. Cansado de
su existencia errante y de los límites que le ha impuesto la vida para poder
unirse a la mujer que ama, Alexander encontrará en América no sólo el tumulto de
la guerra, sino también las huellas perdidas de Isabel Lacroix, bella francesa,
hija de un rico mercader, que ya en su día le arrebató su vigoroso espíritu.
Aunque todo les separa, Isabel y Alexander se dejarán arrastrar por la pasión que les
domina. Un amor épico, hecho a la medida de aquella tierra de las conquistas.
4. El río de las promesas
Sinopsis:
La vida
de Alexander Macdonald, soldado del ejército inglés que ha intervenido en la
conquista de Nueva Francia, está a punto de dar un vuelco radical a raíz de la
disolución de su regimiento. Haciendo oídos sordos a las súplicas de su hermano
Coll de regresar con él a su amada Escocia, Alexander ha elegido quedarse para
realizar sus sueños de gloria y fortuna recorriendo Canadá. Pero ni esa
decisión de forjarse una nueva vida en los bosques canadienses había conseguido
atenuar su pena. Los recuerdos aún quedaban ensombrecidos por la niebla; a
veces se trataba de un olor, otras del destello de su mirada o de aquella
encantadora sonrisa que le había arrebatado el corazón. Alexander sabía que
nunca podría olvidar a Isabelle Lacroix, aun sabiendo que se había casado con
otro hombre, el notario Pierre Larue.
Pese a
la pasión irrefrenable que unía a Alexander e Isabelle, las circunstancias
propias de tiempos convulsos como los que les habían tocado vivir los habían
separado… hasta el día en que el azar se había conjurado para que se vieran
otra vez antes de que Pierre y Étienne, el hermano de Isabelle, urdieran un
plan para deshacerse de la incómoda presencia de Alexander. Pero nada ni nadie
puede interponerse cuando un amor es inquebrantable y las promesas están
selladas con sangre.